. .. .que lata. .. .

Cuando era una puberta moquienta tenía, como cualquier puberta moquienta, una latota de galletas en donde guardaba no muy celosamente chatarra de valor sentimental como tarjetas de felicitacion, envoltorios de dulces, palitos de chupa chups, servilletas, gomas, cascabeles y basurita así que representaba el recuerdo de algun suceso quesque importante en su vida pueril. Claro que luego, al paso de los años, al abrir la lata la mitad de las cosas no tienen sentido alguno porque ya ha olvidado. Olvidó, por ejemplo, porqué guarda un botón blanco, una cuchara corriente, una caja de cerillos de arlequin o una tecla "Esc".


Otras cosas dejaron de significar: Cartas de gente que no llegó a marcar su vida, cigarros trozados que fingieron ser prueba del yanofumo, recibos de pago, números telefónicos de aquellos que ya son ningunos... Siempre es un dilema si se deben mandar al diablo esos remedos de reliquias o esperar a que algún día recobren sentido, y así vez con vez la lata se vacía lentamente sin marea recuerditosa que avive sus caudales.


Viene todo esto a compararse con lo ahora llamado save-and-close y el afamado fólder Miss Documentos en la computadora. Un peculiar número de nombres estúpidos han saltado a su vista esta mañana mientras trata de encontrar su currículum entre "noo dice le digo.doc", "damemihelado.doc", "emm.doc", "emmm.doc" y otros. Curiosa decide husmear entre viejos archivos fechados 2000 o 2001, y conforme profundiza en la revisión de fruslerías se percata de lo absurdo que es conservar conversaciones mazingereanas llevadas a cabo alguna vez entre su simismés y él: Él. Una sublime lluvia de letras resbala tras sus globos oculares; cada palabra, cada oración bajo el nombre Ana y la estrellita fofa es un burdo intento de volverse importante, y a su vez cada respuesta obtenida es una fría evasiva.


La sonrojés de picor de cachete la ha tomado por sorpresa. --¡Qué horror!-- farfulla mientras da clic derecho y se dispone a eliminar la bochornosa evidencia.

No se puede borrar shalala.doc: Se ha denegado el acceso.
Compruebe que el disco no esté lleno ni protegido
contra escritura y que el archivo no esté actualmente en uso.

Precaria, la latita de galletas seguirá siendo una mejor caja de recuerdos.