Tiendo a la pendejez propia del ser humano conturbado por la incertidumbre y la falta de comunicación.
Pa' pronto: a veces soy re-pendeja y antes que enfrentar los hechos prefiero componer historias que puedan dar explicacion al comportamiento extraño de algunas personas para con su servidora. luego -no siempre, eh- me muerdo la lengua por andar ataviando al prójimo con supuestas actitudes que, de haber tenido lugar, han sido por causa justa y no por capricho cincoañero de la persona en cuestión.
A lo que voy es -si, tengo un punto querido lector, aunque nomás parezcan palabras a lo pendejo- que sé bien que mi lengua adolorida pudiera no haber pasado por tanto mordisqueo si tan solo aplicara de vez en cuando el empiriquísimo conocimiento adquirido durante los pocos -ajem..- años de trato con la gente, que se resume en la siguiente frase: "en vez de estarte haciendo chaquetas mentales ve y aclara el pedo con merengano/a."
Lector, siga este sabio y fino consejo y evitara confusiones, contusiones y autorreprimendas en el futuro, si no es que el colisionador de hadrones nos deja sin futuro.
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